CRÍTICA A LAS TEORÍAS DE AUTORREALIZACIÓN

Las teorías de autorrealización de Abe Maslow, Carl Rogers entre otros han sido seriamente cuestionadas por un número de críticos.

Seguidamente analizaré algunas de sus objeciones más importantes para ver cómo las trata la teoría y la práctica de la terapia de la conducta racional emotiva (REBT, por su nombre en inglés: rational emotive behaviour therapy).

¿Es la autorrealización demasiado individualista, egoísta e indulgente?

El concepto de Maslow sobre la autorrealización ha sido a menudo criticado por ser demasiado individualista, egoísta e indulgente.

Esto es en parte cierto, pero la teoría de la REBT incluye tanto el interés por uno mismo como el interés por lo social (Adler, 1964; Ellis 1962, 2001a, 2001b).

Puesto que los humanos elegimos vivir con sus semejantes, su moral, salud emocional, y autorrealización debería siempre incluir una cierta preocupación por el bienestar presente y futuro de semejantes concretos y el grupo social al que pertenecen.

Su supervivencia – especialmente dentro de un núcleo de edad – requiere un gran interés social (Ellis, 1986, 2001a, 2001b).

¿Puede el objetivo planeado de la autorrealización con la espontaneidad?

Daniels (1988) cuestiona si el decidirse por objetivos autorrealizadores puede con la espontaneidad en las vidas de las personas por tratarse de una forma de vivir más funcional.

Según la REBT no, no si la gente adopta actitudes de "y…/y también" en lugar de actitudes de "esto…/o lo otro".

Uno de los mayores objetivos de la autorrealización puede ser el tomarse la vida de manera más espontánea.

Y uno de los principales bioproductos para permitirse ser más espontáneo (y arriesgarse más) es probar cosas nuevas que puedan hacernos descubrir placeres nuevos para que después los podamos reconvertir en objetivos planeados para el futuro.

La experimentación es en parte una búsqueda de objetivos, y buscar objetivos es experimentar de forma espontánea y con esfuerzos renovados. Así pues se trata de algo planeado y espontáneo.

Yo una vez planeé de manera no espontánea obligarme a hablar y a hablar en público para superar mi miedo a hablar en público, y mientras lo hacía empecé a disfrutar de manera espontánea con lo que estaba haciendo (Ellis 1988).

Cuando era un adolescente, tuve mi primer orgasmo de manera espontánea sin ser consciente que estaba a punto de tenerlo ¡y luego ya supe provocarme más y más orgasmos!